Barcelona en bicicleta
Barcelona es la ciudad ideal para visitar en bicicleta y, gracias a su agradable clima mitigado por el mar, se puede hacer en todas las estaciones del año. El turista que llega a Barcelona por primera vez no tardará en apreciar las filas de bicicletas todas iguales, blancas y rojas, aparcadas en las estaciones destinadas a ello, a lo largo de las calles principales de la ciudad: este turista habrá descubierto el mítico bicing.
El bicing: qué es y cómo funciona
El bicing (los españoles lo leen exactamente como se escribe) es el servicio de alquiler de bicicletas organizado por el Ajuntament, el ayuntamiento de la ciudad. Desde su nacimiento en el 2007, tuvo un enorme éxito entre los habitantes de Barcelona y hoy, después de algunos cambios en su fórmula, prevé la posibilidad de utilizar una bicicleta blanca y roja para los desplazamientos de un punto a otro de la ciudad, dejando el medio en las estaciones de bicing más cercanas al propio destino. Su uso es muy simple: Se pasa la tarjeta bicing por el tótem presente en cada estación: en ese momento una luz verde indicará al usuario qué bicicleta coger de su sede, que podrá pedalear durante 30 minutos. Si se excede el tiempo, no hay de qué preocuparse: simplemente se saldrá de la tarifa prevista para el alquiler y se deberá pagar un suplemento de unos 0,74 € por cada media hora de exceso.
El bicing eléctrico
Tal vez no todo el mundo sepa que Barcelona no es una ciudad plana: una de las características que la vuelven única y sugestiva es precisamente la presencia de calles que suben siempre de forma más empinada a medida que nos alejamos del centro histórico. Como consecuencia de este hecho la mayor parte de los abonados al servicio de bicing lo utilizan desde barrios más externos como aquellos interiores, en bajada, dejando vacías las estaciones bicing de un distrito como Gracia y saturando por ejemplo, aquellas del Barrio Gótico. Una solución a este problema ha sido la reciente introducción del servicio de bicing eléctrico, al cual se puede acceder tras el pago de una cuota anual adicional a aquella prevista para el pago base. En cualquier caso, la calidad de la organización urbana de la ciudad catalana es muy alta: cada día decenas de operadores comunales viajan con los medios de un barrio a otro de Barcelona, para mover las bicicletas no utilizadas a las estaciones que más las necesitan.
Más que bicing: alquilar una bici en Barcelona
Además de ser un servicio útil y eficiente, el Bicing no es particularmente adecuado para los turistas que visitan Barcelona en un tiempo breve. ¿Es imposible para ellos visitar Barcelona en bicicleta, no pudiendo llevársela de casa? Por supuesto que no, al contrario, se aconseja probar la experiencia de alquilar una bici en en lugar. Los servicios de alquiler de los medios de dos ruedas en Barcelona son muchísimos: el consejo es el de elegir uno en el centro de la ciudad o cercano al alojamiento, ya que en el momento en el que se acabe su uso se deberá dejar en el mismo lugar donde se ha alquilado. El coste del servicio habitualmente es de 6 euros al día y las bicicletas de alquiler en la capital de Cataluña están siempre cuidadas y funcionan bien; además Barcelona dispone de una óptima red de carriles para bicicletas de doble sentido, cuyo tráfico se regula con semáforos ligeramente más pequeños que aquellos dedicados a los automóviles. Gracias a una actualización de Google Maps de enero 2016, ahora es posible también en la ciudad de Barcelona programar el recorrido en la modalidad "en bicicleta", y seguir con toda seguridad las indicaciones del navegador, que conducirá a los ciclistas a lo largo de las calles teniendo en cuenta el sentido correcto de marcha para aquellas que no tengan carril bici. ¡Una peculiaridad de Barcelona que solo quien haya vivido allí puede conocer, es que casi todas las calles tienen sentido único!
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